VICENTE CERNA
Vicente Cerna (Chiquimula,
Guatemala, 22 de enero de 1815 - Ciudad de Guatemala, 28 de junio de 1885)
fue Presidente de Guatemala desde el 24
de mayo de 1865 hasta el 29 de junio de 1871. Perteneció al Partido Conservador
y accedió al poder tras la muerte del presidente vitalicio de Guatemala,
teniente general Rafael Carrera en 1865.
Tras la muerte del general
Carrera el 14 de abril de 1865 quedó en el poder interinamente Pedro de
Aycinena, hasta que el mariscal Cerna fue designado presidente el 24 de mayo de
ese año.
Cerna continuó con la
política conservadora de Carrera y fue reelecto para otro período presidencial
que se inició el 24 de mayo de 1869. Pero entonces los criollos liberales se
alzaron en armas dirigidos por Miguel García Granados y Justo Rufino Barrios y
lograron derrocar al gobierno de Cerna el 29 de junio de 1871.
BIOGRAFIA:
El mariscal Cerna era
originario de Chiquimula; nació en el municipio de Ipala a principios del siglo
xix, donde ejerció como procurador y corregidor. Era correligionario de Rafael
Carrera y fue oficial de su ejército con resultados satisfactorios. Participó
en la Batalla de la Arada como coronel, al mando de una facción del Ejército
conservador de Guatemala cuando era corregidor de Chiquimula en 1851.
Posteriormente, estuvo entre los firmantes del acta en donde se declara a
Carrera como Presidente Vitalicio de Guatemala en 1854. Su alta jerarquía en el
gobierno conservador guatemalteco le permitió aspirar al puesto de presidente
tras el fallecimiento de Carrera en 1865.
BATALLA
DE LA ARADA
El gobernante salvadoreño
Doroteo Vasconcelos dio asilo a los liberales guatemaltecos, tras las derrotas
que les infringió Rafael Carrera. Entre los exiliados estaba José Francisco
Barrundia -acérrimo enemigo de Carrera- quien fundó un periódico para atacar al
gobierno conservador guatemalteco. Vasconcelos alimentó, durante todo un año a
la facción rebelde «La Montaña», en el oriente de Guatemala distribuyendo
dinero y armas entre los sublevados. A fines del año de 1850, Vasconcelos se
sintió cansado de esta guerra lenta contra Guatemala y decidió obrar
abiertamente. Así las cosas, el mandatario salvadoreño inició una cruzada
contra el régimen conservador de Guatemala, invitando a participar en la
alianza a Honduras y Nicaragua; pero de ambos gobiernos solo el hondureño
presidido por Juan Lindo aceptó participar en la invasión.
Entre tanto, en Guatemala,
donde se conocían perfectamente los planes de invasión en su contra, el
presidente Paredes tomó las previsiones necesarias para enfrentar la situación,
mientras el arzobispo don Francisco de Paula García Peláez ordena en su archidiócesis
rogativas de paz.
El día 4 de enero de 1851 se
reunieron en Ocotepeque los presidentes de Honduras y El Salvador, con la cual
quedó sellada la alianza en contra de Guatemala. El ejército salvadoreño se
componía de cuatro mil hombres perfectamente municionados y con apoyo de
artillería; los hondureños por su parte, aprestaron dos mil hombres para la
campaña. El grueso de las fuerzas aliadas se situó en Metapán, por ser esta una
ubicación próxima a Honduras y a la frontera guatemalteca.
La «Batalla de la Arada»,
donde Cerna y Cerna -entonces Corregidor de Chiquimula- tuvo un papel destacado
al frente de uno de los batallones guatemaltecos, se libró el 2 de febrero de
1851 cerca de la ciudad de Chiquimula en Guatemala. La batalla fue la amenaza
más patente para Guatemala de perder su soberanía como república. La
estrategia que utilizó el comandante general de Guatemala, Rafael Carrera,
resultó en una victoria aplastante para sus tropas, que únicamente sufriendo
ciento veinticinco bajas entre muertos y heridos, contra más de mil quinientas
bajas del enemigo.
Tras La Batalla de la Arada,
el 22 de octubre de 1851 renunció el presidente Paredes; la Asamblea Nacional
nombró a Carrera para que lo sustituyera, y éste tomó posesión de la
Presidencia el 6 de noviembre de 1851 tras haber solicitado a los
representantes que modificasen la Constitución de la República a su
conveniencia. Paredes pasó a formar parte de sus oficiales, y le fue leal hasta
su muerte en 1856.
CAMPAÑA
CONTRA GERARDO BARRIOS
.En 1863 el general
hondureño José María Medina Castejón, con su alto mando compuesto entre otros
oficiales por el general Florencio Xatruch, y el teniente coronel Juan Antonio
Medina Orellana, conversaron con el general Rafael Carrera, quien reunió un ejército
con hondureños, salvadoreños y guatemaltecos comandados por el entonces general
brigadier Vicente Cerna y Cerna. Este ejército invadió Honduras, tomando
Cucuyagua el 10 de junio y luego «Los Llanos» de Santa Rosa el 15 de junio,
consiguiendo que luego de esta acción, las comunidades de Gracias a Dios y sus
alrededores proclamaran a José María Medina como presidente de Honduras.
Finalmente, marcharon hacia la capital Comayagua para deponer al presidente
interino José Francisco Montes Fonseca. Las tropas gubernamentales de Honduras,
incendiaron la ciudad de Comayagua antes de huir al ver que el ejército de
Cerna les superaba.
Gobierno
En 14 de abril de 1865 murió
el general Rafael Carrera, y la asamblea se reunió el 3 de mayo para elegir al
hombre que debería sustituirlo en la presidencia de la República, saliendo
destinado el mariscal Cerna, quien aún desempeñaba el puesto de corregidor de
Chiquimula. El consejero de Estado, Manuel Francisco González no logró superar
los 26 votos.
ELECCIONES
PRESIDENCIALES DE 1869
Finalmente, se llamó a
elecciones en enero de 1869. Los conservadores postularon al ipalteco Cerna,
que había continuado como Presidente interino; mientras los liberales
postularon a Zavala. Bajo fuertes denuncias de fraude ganó Cerna.
He aquí como relata la
elección el escritor y propagandista liberal Ramón A. Salazar:
TIPO
DE GOBIERNO
Entre los logros de su
mandato se encuentran la introducción del telégrafo, el estudio de líneas de
ferrocarril y la construcción del puerto de San José en el Pacífico. Sin
embargo, no fue capaz de prever la transición de la exportación del añil hacia
la del café,a manteniendo el país en un estado de feudalismo, según palabras
de Miguel Ángel Asturias en su libro Hombres de maíz.
Su estilo de gobierno
autoritario y represivo levantó los ánimos de la oposición liberal. El
levantamiento de Serapio Cruz en 1867 fue sofocado y Cerna fue elegido de nuevo
el 17 de enero de 1869, lo que provocó protestas lideradas por Luis Rubio,
quien falleció en los altercados. De nuevo Cruz y Justo Rufino Barrios se
levantaron pero fueron derrotados el 1 de enero de 1870 tras lo cual Cruz fue
decapitado y su cabeza exhibida públicamente y llevada en una canasta desde
Palencia hasta Guatemala.
Los autores liberales como
Alfonso Enrique Barrientos describen así el gobierno del Mariscal Cerna:
«Un gobierno conservador y
retrógrado, mal organizado y peor intencionado, piloteaba el país,
centralizando los poderes en Vicente Cerna, mílite ambicioso que, no contento
con ostentar el grado de general, se había autoascendido a Mariscal, o obstante
que ese grado no existía ni existe en la organización militar guatemalteca. El
mariscal se decía Presidente de la República, pero en realidad era el capataz
de un pueblo oprimido y vejado, adulador y cobarde que no se había atrevido ni
siquiera a decir al dictador que se retirara de la presidencia amenazándolo con
la revolución».
Ante
estas afirmaciones, algunas observaciones son necesarias:
Por gobierno conservador,
retrógrado y mal organizado Barrientos quiere decir que no había separación
entre Iglesia y Estado ya que el gobierno conservador estaba fuertemente ligado
al poder de las órdenes regulares de la Iglesia Católica, quienes estaban
entonces entre los principales terratenientes de Guatemala. La estrecha
relación entre Estado e Iglesia en Guatemal había sido ratificada mediante el
Concordato de 1852, el cual estuvo vigente hasta la caída de Cerna.
El pueblo oprimido y vejado:
se refiere aquí a los liberales, quienes no se habían atrevido a alzarse
durante el gobierno de Carrera (1840-1865) porque hasta los generales liberales
como Serapio Cruz se habían dado cuenta de que el poder político y militar de
Carrera era considerable y prácticamente invencible, e incluso hasta pelearon
bajo sus órdenes.1 Los liberales esperaron a que muriera Carrera para alzarse
y dirigieron contra Cerna todo el encono que hasta entonces tenían contenido.
El grado de Mariscal sí
existía en el ejército guatemalteco en ese entonces: tras la invasión a El
Salvador fueron ascendidos a mariscales los oficiales Serapio Cruz -Tata Lapo-
y José Víctor Zavala -el Mariscal Zavala-, quienes habían sido de gran
importancia en la vida militar del país en la segunda mitad del siglo xix.
DERROCAMIENTO
Durante su gobierno se
persiguió y se castigo con la cárcel y el destierro a los miembros del partido
liberal que encabezaban la oposición, entre los que estaban los iniciadores de
la Revolución Liberal de 1871.1 Por esos días vivía en Guatemala el
intelectual hondureño Ramón Rosa, quien empezó a editar el periódico El
Centroamericano, el cual era de tendencia liberal y que atacaba fuertemente al
gobierno conservador.
Finalmente, el presidente
mexicano Benito Juárez envió refuerzos y armas modernas a las tropas
estacionadas en Chiapas hasta Guatemala, comandadas por Miguel García Granados
y Justo Rufino Barrios. Tras dos derrotas devastadoras el 23 de junio en
Totonicapán y el 28 en San Lucas Sacatepequez, Cerna abandonó la presidencia
del país el 28 de junio de 1871; salió huyendo a El Salvador, para lo que sus
amistades le prestaron dinero, pues tenía muy pocos bienes, dejando constancia
del celo con que protegió los bienes de la hacienda pública, lo cual es
reconocido incluso por escritores liberales, como Federico Hernández de León.
Muerte
Tumba del Mariscal Cerna en
la avenida de «Los Cerritos» en el Cementerio General de la Ciudad de Guatemala
en julio de 2014.
Tras morir el 28 de junio de
1885, el Mariscal Cerna fue sepultado en el Cementerio General de la Ciudad de
Guatemala; la nota de su inhumación dice así: «Junio 29 de 1885: En esta fecha
ha sido sepultado el cadáver del General Don Vicente Cerna, originario de
Jalapa, residente en Guatemala. Muerte: Inflamación en el estómago, acaecida
ayer a las 10 1/2 p.m., edad 70 años, viudo, hijo de Don Rafael Cerna y de Doña
Gerónima Cerna. Se sepultó en el Cementerio General habiendo presentado los
conductores la Boleta de Inscripción del Registro Civil y la de la
Administración del Servicio Fúnebre que corre con el No. 48.
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